La tela es de tweed de cebada grueso y pesado, con un toque de Donegal. El hilo —una urdimbre gris oscuro y una trama negra— está lleno de pequeñas motas de tonos inesperados, desde el ámbar hasta el magenta. Es lana de cordero merino, más suave de lo que se podría suponer, y resiste estupendamente la lluvia y el viento.
Un abrigo clásico para caminar: largo, de botonadura sencilla y con manga raglán de dos piezas que permite una gran libertad de movimiento en la parte superior del cuerpo. También es muy práctico para combinar con otras prendas. "Balmacaan" es el nombre tradicional de este estilo de abrigo, procedente del bosque de Balmacaan en Escocia.
El abrigo tiene un cuello amplio, cortado para que quede recto cuando está abajo y se ajuste bien al cuello cuando está arriba. En un lateral hay una pequeña pestaña. Esta se abotona de un lado a otro y mantiene el cuello en posición vertical cuando hay viento. También se puede abotonar hacia atrás o dejarlo suelto y ladeado.
Hay una lengüeta corta en el puño, que corre hacia atrás desde la costura exterior de la manga, y que ofrece dos niveles de ajuste.
Los botones del abrigo son de cuerno, de color oscuro y acabado mate. Dado que cada uno es un elemento natural, difieren sutilmente en tono y marcas. El abrigo tiene una bragueta, con los botones ocultos al abrocharse, lo que reduce la probabilidad de engancharse con alambres de púas, zarzas y otros peligros del exterior.
Los bolsillos están a la altura ideal para facilitar el acceso de las manos y están cubiertos por solapas para proteger las muñecas del viento y la lluvia. También tienen un secreto: además de ser bolsillos profundos, contienen un canal que sirve de entrada y salida al interior del abrigo.
La historia de la ropa de abrigo dice que esto se originó en los abrigos militares de hace un siglo o más, lo que facilitaba el acceso a la camisa, chaqueta o pantalón que se llevaba debajo. Es un gran truco para fiestas y una forma fácil de acceder a tus efectos personales con la mano débil si la mano dominante lleva un café en la mano.
Alrededor de la parte trasera se esconde una abertura profunda que va desde la cintura hasta el bajo. Su confección, al estilo antiguo y ligeramente recargado de los abrigos de paseo británicos de mediados de siglo, permite que el abrigo tenga más espacio para expandirse cuando el usuario se inclina hacia adelante o hacia los lados.
Un bolsillo más: esta vez en el interior, en el lado izquierdo, como se usa, y un poco más abajo de lo habitual para facilitar el acceso a los codos. Es un bolsillo en el pecho del tamaño estándar de una cartera o un móvil.
El abrigo está forrado hasta la mitad de la espalda con un satén suave y ceñido, cortado en una sola pieza. Esto facilita el deslizamiento del balmacaan, ya que la tela exterior puede generar fricción. Las mangas también están forradas con la misma tela.